martes, 16 de junio de 2009

Anciano



Incertidumbre

Si de mi vida incierta
De un amor invisible,
Mis cabellos serán plata
Por obtener tu imposible.

Cuando tus fugaces besos
La alegría de mi arrancan,
En mi incontrolable sueño
Que arrugas en mi cara marcan.

Tus caricias de humo
A mi cuerpo estremecen,
Imaginarias que mi mente obtuvo
Y con los años me enloquecen.

Si de mi pobre vida
Por tu amor invencible,
Con los años mi mirada fija,
El cuerpo curvo, mi pensamiento incomprensible.

Leonardo Velázquez Santopietro

Bracero.

Casa de la Tía Tancha.

Juegos. Boca del Monte, Veracruz



Ayer soñé con ser niño,
Fue ayer mientras me alejabas de tu vida,
Observaba a los niños jugar y deseaba estar en su sitio,
Para así olvidar el dolor que causa una espina.

Ayer mientras reposaba tu alma en mi hombro
Y el azul cielo era testigo de mi tristeza,
Pedí a dios la infancia pura,
En la que el único sentimiento hacia ti fuera de amistad y pureza.

Ayer cuando tu brazo se entrelazo con el mío
Y el verde pasto no comprendía nuestro mundo,
Respire profundo el olor a hierba,
Suspiro inútil como el último aliento del moribundo.

Ayer cuando te pedí ver con mis ojos tu espíritu
Y en respuesta escondiste tu rostro,
Entendí menos aún esas palabras dulces,
Palabras que dejaban mi corazón roto.

Ayer soñé por un instante en que los dos éramos niños
Jugando a hacer cosquillas al pasto,
Donde nuestras vidas eran felices riendo entre los pinos,
Sin preocupaciones o tragos amargos.

Ayer mientras el sol calentaba mi cuerpo
Y tu boca enfriaban mi alma,
Deseaba no estar muerto,
Rogaba mi infancia, rogaba volver a tener calma.

Ayer mientras la vida corría con el viento del atardecer
Y mi alma se vaciaba por tu amor hacia otra persona,
Pedí a dios ser niño otra vez
Y borrar de mi mente tu sabor y tu aroma.

Ayer cuando el adiós silencioso nos separó,
Volví mis ojos al cielo e hice un reclamo sincero,
Preguntaba ¿Por qué no soy niño?
¿Por qué dios no me concedes eso que tanto deseo?

Ayer cuando con un medio beso despedías mi mundo
Y el reflejo del espejo se empañaba con una lágrima cristalina,
Solo me quedo tu rostro, un aroma profundo,
El sabor de tus labios frescos y una sonrisa fina.

Ayer solo soñé.
Ayer supe que jamás volveré a ser niño otra vez.
Ayer me concedió dios mi entrañable deseo,
Porque volvía a ser un niño cuando te llore.

Leonardo Velázquez Santopietro

Velada



Velada

Busco tu mirada
Detrás del enorme florero,
Pared que divide el miedo del atrevimiento,
Observo tus ojos amada
Jugando con las figuras que rodeo,
Por más que los busco no los encuentro,
No los siento.

Recorro tu obscuro cabello con mis ojos,
Largo como las noches de invierno
Y negro como la noche en eterno.

Te levantas como lo hace mi pulso en vida,
Caminas al ritmo de mi respiración,
De pronto y sin precedentes
Encuentro tu risa rompiendo el aire de la cocina,
Partiendo el sonido de las voces presentes,
Encontrando mi mirada, mis oídos y mi corazón.
Todo calla y solo estas tú,
Mi pensamiento fulminó a los muñecos parlantes,
Los sonidos inquietantes,
Los olores y el color azul.
Te observo y pienso,
¿Qué pasa por tu mente?
¿En que sueñas cuando duermo?
¿Cuáles son tus ilusiones?
¿Qué te hace tan feliz y diferente?
¿Por qué cuando caminas te llevas mis ojos y mi sueño?
Robando suspiros, aumentando emociones vagas en mi frente.
¿Por qué alimentas la ilusión con tu sonrisa sincera?
¿Por qué eres tan sana que me recuerdas mi niñez entera?
No lo sé

El hombre de las manecillas debe descansar.
La velada termina,
Es algo que difícilmente podré olvidar.
Entrelazamos pocas palabras mi vida
Pero en mi pensamiento estuve junto a ti toda la noche.
Un beso, un abrazo como sello,
Un adiós desde el coche,
Una noche más de sueños y destellos,
Una noche más de ilusión,
Espero que no sea solo una noche.

Leonardo Velázquez Santopietro

Orquídeas



Niña de pequeños ojos


Tus pequeños ojos me conquistaron,
Esos grandes besos a tu ser me ataron,
Los dulces pechos mi corazón amamantaron,
Tus bellas pupilas el alma atravesaron.

Niña de los ojos pequeños,
Mi vida entera te entrego y también mis sueños.
Mi niña de delgados dedos,
Enormes manos que albergan mis anhelos.

Bella niña de corazón risueño,
Hermosas piernas, caderas de ensueño,
Suaves brazos, hermoso cuerpo,
Olor a flores de mi gentil huerto.

Ojos tiernos, mirada que hipnotiza,
Rosada boca sobre tu perfil desliza,
Erguidos hombros de excitante destello,
Espalda suave en la que escribo mi deseo mas bello.

Niña de los ojos pequeños,
Finos pies los que adueño,
Tocar tu piel, acariciar tu cabello,
Respirar de ti, besarte el cuello.

Eres la niña que mi abrazo es tierno,
Mi corazón puro, mi amor eterno,
Mi piel te clama por el incontrolable fuego,
Mis brazos rezan tu cuerpo.

Mi pequeña niña de ojos traviesos,
Extraño tu sonrisa y tus besos,
Extraño tu voz, tu cuerpo, juntar los rostros;
Te extraño a ti, niña de pequeños ojos.


Leonardo Velázquez Santopietro

Mujer desnuda



Te soñé desnuda
Tan pura y tierna,
Que entre la pureza y la ternura
Mi ser hiberna.

Y en ese sueño besé tus párpados para cerrar tus ojos,
Bese tus ojos para abrir tus labios,
Bese tus labios para imaginar tu rostro,
Imagine tu rostro y lo besé, para quedar atados.

Te soñé desnuda
Mi corazón se alegra,
Nos amábamos con locura
Mi mente lo alberga.


Leonardo Velázquez Santopietro

jueves, 21 de agosto de 2008

Cascada.



Soy

Déjame ser el viento que sopla tu cara,
El oxígeno que respiras,
La luz que te alumbra,
La canción que cantas.

Quiero ser la oración que rezas,
El desvelo que te inquieta,
La letra de tus cartas,
La mañana quieta.

Déjame ser el atardecer que acaricia tus ojos,
La luna que arrulla tu sueño,
La estrella que concede deseos,
El sol que alegra tus anhelos.

Concédeme respirar tu aliento,
Besar tus labios,
Detener el tiempo.
Llévame en tu cabeza,
Abrázame en tu pensamiento.

Quiero ser quien vele tus sueños,
Quien disfrute tus ojos risueños.
Quiero ser quien te envuelva de besos,
Quien te de calor en invierno.

Soy quien cuenta tus pasos,
Quien escucha tu voz,
Soy a quien no conoces ni quieres conocer,
Más sin embargo soy el que se cruzó en tu vida,
Y te pediré que me dejes ser el que ames,
El que te alegre, el que te bendiga.

Déjame ser quien soy.
Déjame amarte con mis cinco sentidos.
Déjame ser parte de tu día
O simplemente déjame morir en vida.

Leonardo Velázquez Santopietro

Amanecer desde mi cuarto



Tus ojos


Hermosos guardianes que ríen desde sus profundas cuevas,
Incitan a verlos aunque su belleza impone,
¿por qué atrapan miradas?
¿por qué me llaman? ¿qué proponen?,
Cierro mis ojos y los miro,
Junto a ellos no hay mundo, todo es tranquilo.
Hermosos guardianes,
Tus ojos me imponen.

Leonardo Velázquez Santopietro

Girasol





Carmina

Carmina, Carmina, Carmina,
Parece que una alma penara,
Es la voz de mi interior,
La voz de mis sentimientos
Que penetra en las húmedas paredes
Enfriando las blancas sábanas,
Telas que cubren mis vagos pensamientos,
Telas que no cubren el alma.

Escribo suspiro y pienso,
¿Es mi cuarto frío?
¿Mi corazón herido?
No lo se.
Será acaso mi mente
Que no deja de repetir esa palabra,
Carmina, Carmina, Carmina.
Suena una y otra vez,
Como el rugir del río,
Como el soplar del viento,
Como el sonar del tiempo,
Suspiro imagino y lamento,
No soy dueño del tiempo,
No soy dueño de nada,
Solo me pertenece el recuerdo,
Recuerdo al que nadie reclama.

Soy dueño de una imagen,
Imagen angelical, hermosa,
Ligera y libre de preocupación,
Imagen de calma, dulzura y diversión.
Carmina
Quisiera volver a ver tu alma,
Tocar tu corazón,
Soplar con palabras tu cara,
Perder la razón,
Y reír, reír como bohemio, como niño atolondrado,
Como payaso o como loco enfermo.
Pienso, ¿podré mirarte?
Verte quizá,
Pero quiero mirarte como se hace a través del agua,
Donde ves lo profundo, donde hay vida y calma,
Donde encuentras otro mundo,
Donde existe la nada.

Quiero escucharte y verte sonreír
Como sueles hacerlo,
Que el sonido llegue al mas íntimo rincón,
Que retumbe el cielo,
Que lluevan gotas de translucido cristal,
Que se reflejen en tu cuerpo.
Cuerpo, imagen de perfección,
Solo dios da el cuerpo exacto a el alma,
Dos cosas en armonía, como suele ser la vida,
Luna y sol,
Viento y agua,
Muerte y vida,
Flor y rama,
Luz y cielo,
Sueño y cama.
Fumo, pero no viene la calma,
Es por que no la deseo,
Prefiero vivir de la nada,
Lleno ese vacío con tu nombre,
Por que con humo,
Con humo no alcanza.

Carmina, Carmina, Carmina,
Ojos miel,
Producto de la abeja amada,
Blanca piel,
Seda nunca encontrada,
Eres un destello de luz,
Luz que nunca se apaga
¿Porque me enamore?
Es algo sin razón,
Uno nunca lo sabe,
Quisiera preguntárselo a dios
Pero jamás lo moleste,
Jamás a dios se le molesta por cosas del corazón.
¿Habrá sido su simpleza de decir las cosas?
¿Lo ligero de tomar la vida?
¿Lo tierno que miraba?
¿La charla que tenia
O lo bello que narraba?
¿Habrá sido su cuerpo?
Cuerpo que partía al mundo
Como un barco parte la mar,
Como el ave al viento,
Como la hoja al tiempo,
Como yo a mi pensamiento,
Como la luz al ciego,
Como un trueno al cielo;
Cuerpo que el tiempo disfrutaba,
Reposando en este mundo,
Alternando con la calma.
No!, fue su alma,
Jamás me importo lo terrenal,
La carne o lo material,
Porque a la materia el polvo la reclama,
Y la carne con el pasar de los años se acaba.
Fue su alma
Y lo se,
Alma que me robo con sus besos,
Dulce humedad que empapa,
Suaves, bellos y juguetones,
Frescos, radiantes,
Peligrosos, alucinantes,
Besos sinceros que conmueven el alma,
Despierto y los quiero olvidar,
Pero la realidad me atrapa
Pienso, fumo, escribo,
Suspiro, sueño y lloro,
No con lágrimas de agua,
Lágrimas del corazón,
Gotas que nunca paran.

¿Esta mi habitación fría?
¿La noche triste?
¿Mi cuerpo inerte?
Carmina,
Devuélveme el alma.



Leonardo Velázquez Santopietro

Cascada del marco. Villa Luz, Tabasco



Naturaleza


Un río caudaloso de ausencia, tristeza y humedad,
Una nube de nombre suspendida en el tiempo,
Innumerables leños empapados de sentimiento,
Una fogata necesitada de madera y soledad.
El bosque enfría el alma,
La noche envuelve al corazón,
Lo asfixia, le quita la razón,
Lo deja vivir, le regala la calma.
Neblina y rocío perturban el sueño de amor,
Los grillos se burlan con su cantar,
El búho lo hace con su aletear,
Lo hace también la luciérnaga con su resplandor.
Los grandes guardianes me miran desde sus adentros,
Escupen hojas, semillas , ramas,
No entienden de amor y de camas,
No saben de dioses y encuentros,
Luna y estrellas me bañan,
Me consuelan sin reproche,
Alguien ama esta noche,
Yo solo lo hago en mis sueños que empañan.
Sueño de palo que alimenta el fuego,
Me quema , me calienta, me mata,
Lluvia apaga esta maldita fogata,
Primer lucero ilumina mi cielo.
Bruma tempranera que despierta espíritus,
Mata la ausencia, la tristeza,
Rescátame de la maleza,
Devuelve mi alma al estatus.
Dame mi pedazo de costilla que he dado,
Que he perdido.
Me he dormido, no es un sueño, no he perecido,
Te esperaré amor para que este a mi lado.



Leonardo Velázquez Santopietro

Río de Azufre. Villa Luz, Tabasco

Flor de la Selva de los monos Saraguatos. Tabasco

Popocatepetl. Carretera México-Puebla

Mujer de Fuego.



Ángeles disfrazados

Las vi llegar
Como ángeles alados,
Piernas largas, faldas cortas,
Cabellos blondos y ondulados.

Ejercito de diosas
Miradas conquistaron,
Sangrando corazones
Pasiones despertaron.

Las vi llegar
Marchando con estética,
Caderas de hierro,
Senos de ballesta.

Las vi conquistar
Sometiendo a los humanos,
Con dulce voz, con atenciones,
Con su lengua y con sus manos.

Las vi alardear
Presumiendo sus encantos,
Llenas de orgullo
Con la frente en alto.

Las vi cambiar
Su poder por materialismo,
Pidiendo regalado y
Actuando con cinismo.

Las vi rebajarse
Como aves de rapiña,
Peleando por sandías,
Limones y piñas.

Las vi retirarse
Como pobres mendigos,
Recogiendo limosnas
Y arrastrando bolsas en los pisos.

Las vi transformarse
De ángeles con alas,
A mortales materialistas
Presumidas e interesadas.

Leonardo Velázquez Santopietro

viernes, 23 de mayo de 2008

Condensación. Citlaltepetl. Veracruz

Muelle. Alvarado, Veracruz

Mercado Bursátil, México D.F.

Reforma 222, México D.F.



Crecí

Crecí como venado,
Como orquídea o como árbol,
Como maíz sin sembrarlo,
Entre sombras sin civilización,
Sin razón ni entendimiento,
Sin educación,
Con grandes sentimientos,
Sentimientos puros de hermandad,
De familia, de religión, de respeto.
Crecí como esclavo,
Como perro arrimado,
Como hombre atado.
Pero no morí,
Y entre sombras de civilización
Encontré la razón de vivir.

Leonardo Velázquez Santopietro

martes, 25 de marzo de 2008

San Sebastián. España

María. Playas de Veracruz. México

Pirotécnia

Ocaso. Tajín. México



Es tu hora
Entre las 6 o las 7, que más da,
Solo tu sabes cuando es tu hora,
Es tan tuya, sin sombras, que las almas te imploran.

En esta tu hora,
Las madres aman en sus nidos
La noche se une con el día
El viento seduce los campos,
Los luceros te iluminan
Y los pájaros te entonan sus cantos.

A tu hora, la que yo llamo la hora cero,
Eres pura y transparente
Porque me demuestras tu amor sincero,
Porque me arropas con tu mente.

A la hora donde los cuerpos se funden en la oscuridad,
Las sombras no existen,
El cielo se entrega a tu eternidad
Y las nubes de color púrpura visten,
A esta hora mi ser se entrega con humildad
Y mi amor por ti persiste.

A tu hora amor,
La frescura abraza las flores
El cielo se besa con el mar
Y la luna con el sol hablan de sus amores.

A tu hora, ahora también mía,
Es cuando sueño que te hago el amor
Donde mi pensamiento esta contigo,
Es cuando te acarician mis labios con fervor
Cuando me convierto en tu pobre mendigo,
Cuando soy tu único mentor.

A tu hora
Desnudo tu cuerpo con mis besos,
Mis brazos te aman con pasión
Y bebo de tus sanos pechos.

Amor es a tu hora
Donde eres tu, donde eres fuerte,
Donde dejas mi corazón mudo,
Donde mi sangre hierve,
A las 6 o a las 7 no me importa el mundo
Solo deseo en ese instante estar dentro de ti para poseerte.

Leonardo Velázquez Santopietro

Nichos. Tajín. México

Altar Totonaca. Tajín, México

Pirámide Azul. Tajín. México

Atardecer en Tajín. México



Dime porque interrumpes mis sueños
Penetras mis ojos
Y alteras mis anhelos.

Dime porque cambias mis días
Sonrojas mi alma
Alegras mi vida.

Dime porque al estar junto a ti
Todo es calma;
Es la alegría de vivir.


Leonardo Velázquez Santopietro

Tajín. México

Nicho de la Meditación. Parque Temático. Tajín, México

Subida de la Serpiente. Tajín. México

Ritual.Pirámide de los Nichos.Tajín. México

Nichos de las pirámides. Tajín. México

Juego de Pelota. Tajín. México

lunes, 25 de febrero de 2008

Playa de los Muñecos. Boca Andrea, Veracruz. México

Plaza Central. Museo Nacional de Antropología e Historia. México

Jardín, Casa Azul. Museo de Frida. Coyoacán, México

Museo Nacional de Antropología e Historia. México

Edificio. En Algún Lugar de la Ciudad de México

Estatua. Chapultepec. México

Casa Azul, Museo de Frida. Coyoacán. México

Boulevard. Chapultepec. México

Estatua.



Mirada

Solo un segundo bastó
Para atarme a tu mirada,
Un hermoso caminar, cabello corto,
Y una figura detallada.

Mujer inteligente
Con mucho que charlar,
Sencilla, profunda y diferente,
Siempre dispuesta a agradar.

Hermosos labios,
Voz dulce, armoniosa y pausada,
Tiernos y juguetones ojos
Que conquistan con una mirada.

Hermosa, tímida y congruente,
Responsable hogareña,
Divertida y muy sonriente,
Mujer excitante que del corazón se adueña.

Recuerdo mirarla en aquella ocasión,
Parecía salir de la nada,
Inocente y sin intención,
No pidiendo ser conquistada

Mas sin embargo para la belleza no hay razón,
Solo desea ser coqueteada,
Quizá en un segundo te robe el corazón,
O quizá no lo haga.

Si tan solo te pudiera besar
Para que comprendieras el porque de mis palabras,
Ya que a las letras el tiempo las suele dañar,
Pero las acciones jamás son perturbadas.

Solo un segundo bastó
Y quede atrapado en su mirada.

Leonardo Velázquez Santopietro

Escaleras. Sambors, Ciudad de México

Techo del Restaurante Sambors. Ciudad de México

Escultura, Museo Nacional de Antropología e Historia. México

miércoles, 15 de agosto de 2007