jueves, 21 de agosto de 2008

Girasol





Carmina

Carmina, Carmina, Carmina,
Parece que una alma penara,
Es la voz de mi interior,
La voz de mis sentimientos
Que penetra en las húmedas paredes
Enfriando las blancas sábanas,
Telas que cubren mis vagos pensamientos,
Telas que no cubren el alma.

Escribo suspiro y pienso,
¿Es mi cuarto frío?
¿Mi corazón herido?
No lo se.
Será acaso mi mente
Que no deja de repetir esa palabra,
Carmina, Carmina, Carmina.
Suena una y otra vez,
Como el rugir del río,
Como el soplar del viento,
Como el sonar del tiempo,
Suspiro imagino y lamento,
No soy dueño del tiempo,
No soy dueño de nada,
Solo me pertenece el recuerdo,
Recuerdo al que nadie reclama.

Soy dueño de una imagen,
Imagen angelical, hermosa,
Ligera y libre de preocupación,
Imagen de calma, dulzura y diversión.
Carmina
Quisiera volver a ver tu alma,
Tocar tu corazón,
Soplar con palabras tu cara,
Perder la razón,
Y reír, reír como bohemio, como niño atolondrado,
Como payaso o como loco enfermo.
Pienso, ¿podré mirarte?
Verte quizá,
Pero quiero mirarte como se hace a través del agua,
Donde ves lo profundo, donde hay vida y calma,
Donde encuentras otro mundo,
Donde existe la nada.

Quiero escucharte y verte sonreír
Como sueles hacerlo,
Que el sonido llegue al mas íntimo rincón,
Que retumbe el cielo,
Que lluevan gotas de translucido cristal,
Que se reflejen en tu cuerpo.
Cuerpo, imagen de perfección,
Solo dios da el cuerpo exacto a el alma,
Dos cosas en armonía, como suele ser la vida,
Luna y sol,
Viento y agua,
Muerte y vida,
Flor y rama,
Luz y cielo,
Sueño y cama.
Fumo, pero no viene la calma,
Es por que no la deseo,
Prefiero vivir de la nada,
Lleno ese vacío con tu nombre,
Por que con humo,
Con humo no alcanza.

Carmina, Carmina, Carmina,
Ojos miel,
Producto de la abeja amada,
Blanca piel,
Seda nunca encontrada,
Eres un destello de luz,
Luz que nunca se apaga
¿Porque me enamore?
Es algo sin razón,
Uno nunca lo sabe,
Quisiera preguntárselo a dios
Pero jamás lo moleste,
Jamás a dios se le molesta por cosas del corazón.
¿Habrá sido su simpleza de decir las cosas?
¿Lo ligero de tomar la vida?
¿Lo tierno que miraba?
¿La charla que tenia
O lo bello que narraba?
¿Habrá sido su cuerpo?
Cuerpo que partía al mundo
Como un barco parte la mar,
Como el ave al viento,
Como la hoja al tiempo,
Como yo a mi pensamiento,
Como la luz al ciego,
Como un trueno al cielo;
Cuerpo que el tiempo disfrutaba,
Reposando en este mundo,
Alternando con la calma.
No!, fue su alma,
Jamás me importo lo terrenal,
La carne o lo material,
Porque a la materia el polvo la reclama,
Y la carne con el pasar de los años se acaba.
Fue su alma
Y lo se,
Alma que me robo con sus besos,
Dulce humedad que empapa,
Suaves, bellos y juguetones,
Frescos, radiantes,
Peligrosos, alucinantes,
Besos sinceros que conmueven el alma,
Despierto y los quiero olvidar,
Pero la realidad me atrapa
Pienso, fumo, escribo,
Suspiro, sueño y lloro,
No con lágrimas de agua,
Lágrimas del corazón,
Gotas que nunca paran.

¿Esta mi habitación fría?
¿La noche triste?
¿Mi cuerpo inerte?
Carmina,
Devuélveme el alma.



Leonardo Velázquez Santopietro

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