martes, 16 de junio de 2009
Velada
Velada
Busco tu mirada
Detrás del enorme florero,
Pared que divide el miedo del atrevimiento,
Observo tus ojos amada
Jugando con las figuras que rodeo,
Por más que los busco no los encuentro,
No los siento.
Recorro tu obscuro cabello con mis ojos,
Largo como las noches de invierno
Y negro como la noche en eterno.
Te levantas como lo hace mi pulso en vida,
Caminas al ritmo de mi respiración,
De pronto y sin precedentes
Encuentro tu risa rompiendo el aire de la cocina,
Partiendo el sonido de las voces presentes,
Encontrando mi mirada, mis oídos y mi corazón.
Todo calla y solo estas tú,
Mi pensamiento fulminó a los muñecos parlantes,
Los sonidos inquietantes,
Los olores y el color azul.
Te observo y pienso,
¿Qué pasa por tu mente?
¿En que sueñas cuando duermo?
¿Cuáles son tus ilusiones?
¿Qué te hace tan feliz y diferente?
¿Por qué cuando caminas te llevas mis ojos y mi sueño?
Robando suspiros, aumentando emociones vagas en mi frente.
¿Por qué alimentas la ilusión con tu sonrisa sincera?
¿Por qué eres tan sana que me recuerdas mi niñez entera?
No lo sé
El hombre de las manecillas debe descansar.
La velada termina,
Es algo que difícilmente podré olvidar.
Entrelazamos pocas palabras mi vida
Pero en mi pensamiento estuve junto a ti toda la noche.
Un beso, un abrazo como sello,
Un adiós desde el coche,
Una noche más de sueños y destellos,
Una noche más de ilusión,
Espero que no sea solo una noche.
Leonardo Velázquez Santopietro
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